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miércoles, 29 de octubre de 2008

DECLARACIÓN DE PABLO DARÍO CARBALLO


Que en este acto aporta una presentación escrita a tenor del art.73 del C.P.P. en la cual brinda explicaciones puntuales a la imputación efectuada por la Fiscalía y solicita sea tenida como parte integrante de la presente, lo que así se dispone por parte de S.S. Junto a la misma incluye 10 recibos de sueldo de la firma Curatola & Asociados y un informe de la AFIP en el cual figuran sus aportes y fotocopias de su pasaporte. Interrogado por el Tribunal sobre la operatoria al realizarse una inversión, manifiesta que una vez asesorado el cliente sobre el mercado forex en donde se operaba, se le hacía firmar un contrato con la empresa para que esta pudiera manejar la cuenta que se tenía que abrir con el broker, cuenta en la cual debían depositar el capital a invertir. Ene le tiempo que el deponente trabajó solamente existía el FOREXVAN. Cuando el deponente fue cliente de Curatola a partir del año el año 2001 por medio de un "mini-contrato", que luego transformó en un contrato "Standard", no posee documentación al respecto, pero la misma se encontraba en los legajos que había en la empresa. Que al deponente como cliente nunca ningún broker le mandó ninguna información sobre su cuenta. En relación a los pagos que recibiera, como dijo fueron por la devolución del capital que se había acumulado en la cuenta que tenía ya en un contrato "Standard" que debía ser de U$S 10.000 de capital como mínimo que luegoi se redujo a 5.000. La documentación que se le solicitaba al cliente junto con el contrato que se firmaba, pasaba a las oficinas de procesamiento de la misma, y posteriormente a que era procesada y firmado la copia del contrato por Eugenio Curatola, el cliente podía pasar a retirarla por la empresa. Que la información que figuraba en la cuentas de la página web, supuestamente era el reflejo de las operaciones efectuadas por el broker. De hecho eso mismo era lo que el deponente observaba en su propia cuenta. No recuerda si su cuenta tenía identificación RXAR. Que su relación con los clientes terminaba con la firma del contrato. Podía ser que se le efectuara alguna consulta sobre cómo efectuar algún retiro, pero una vez que el cliente obtenía su clave, él mismo podía ver en el sistema el manejo de su cuenta. Que las operaciones en el broker tenía entendido que solamente las efectuaba Eugenio Curatola. Que el manejo de la página estaba a cargo de Sebastián Curatola, aunque no sabe cómo se cargaban los datos a la misma. Es decir si los daros de cada cuenta se cargaban automáticamente desde el broker o si se hacían por medio del ingreso de informes en cada cuenta. Que el deponente no tenía forma de acceder a la cuenta de ningún cliente a través de la página. De hecho no tenía desde su computadora acceso a la página, solamente podía imprimir los contratos, para que el cliente firmara. Que el depósito en la cuenta del broker se hacía mediante una transferencia bancaria que debía realizar el propio cliente. Los contratos traían en una de sus hojas las coordenadas bancarias para realizarla. Que el Departamento de Atención al cliente cree que estaba formado por las chicas que atendían el teléfono. En cuanto a la casilla de correo por medio de la cual se contestaban los mails como el de fs.397/398, lo desconoce. Cvon referencia al mail de fs.399 la respuesta que el deponente le manda al cliente, la tiene que haber obtenido de Paula Rubalcaba o de Sebastián Curatola. El deponente no tenía manera de obtener esa información de manera directa. Tenía que solicitarla. En cuanto a la respuesta del mail de fs.405 manifiesta que los retrasos que refiere le eran informados por Sebastián Curatola y según él muchas veces las transferencias no se podían identificar con claridad respecto del inversor, pues se hacían a través de una casa de cambio y por eso había demora en establecer la acreditación de la transferencia. Con referencia a la respuesta de fs.407, significa que el deponente recibió el mail del cliente con los datos de la transferencia y que se le entregó a Paula Rubalcaba. Eso significa que registró la operación. Pregunta la Fiscalía la diferencia entre representantes y Asesores y responde que los Representantes tenían un contrato de representación que el deponente no tenía. Los Asesores trabajaban para los Representantes. Preguntas dentro de la empresa no había representantes y tampoco los había en el Country Abril. Aclara al respecto que los Representantes tenían un sistema de comisiones mayor al de los Asesores. Los primeros cobraban el 14% de las ganancias de sus clientes y los Asesores como el deponente solamente el 2% del capital inicial y por única vez. En cambio los representantes cobraban por todas las operaciones y ganancias. Los asesores no participaban de la ganancia. Los asesores dentro de la empresa eran el deponente y Abel Iriani solamente. Iriani desempeñaba esa tarea desde mucho antes que el deponente. Desconoce si Iriani realizaba otras cosas o tareas. Cada uno tenía su oficina, motivo por el cual no puede decir si hacían exactamente lo mismo. Pero si que la agenda de los clientes nuevos las secretarias las realizaban entre ellos. No sabe si se diferenciaban clientes y asignación por orden o con relación al monto de la inversión. No conoce el arreglo particular de Iriani en orden a las ganancias y comisiones. En la primer época en que el deponente trabajó como administrativo, para el año 2002, todos los representantes eran directos y tenían sus asesores. Muñoz era representante, con oficinas diferentes de Curatola. Por ejemplo cuando Curatola funcionaba en Ing. Buty alquilando oficinas, Muñoz había alquilado una en otro piso. Luego se formaron empresas diferentes, estaban en Capital como representantes Muñoz, Giachety y Juan Pabo Amestoy. Estas empresas supone se crearon en función de los clientes potenciales que había en la Capital. Sebastián Curatola es quien lo convoca luego unos años para trabajar como asesor. El deponente reportaba ante Sebastián Curatola y Eugenio Curatola. En cuanto a Iriani, no sabe si reportaba tambien ante Sebastián Curatola, aunque tenía más contacto con Eugenio. El deponente podía reportar a cualquiera de ellos, aunque lo hacía más con Sebastían por tenerlo más próximo. El deponente nunca recibió dinero en efectivo de clientes para su inversión. Nunca le indicaron los Curatola que no debía tomar dinero en efectivo de los clientes. Pero nunca se le presentó el caso de que un cliente lo quisiera hacer. La forma de hacerlo era mediante una transferencia. Sobre los retrasos con los retiros, siempre existieron, tardaban entre 30 y 60 días. En junio del 2005 el nivel de reclamos por retiros pendientes se incrementó y eran mucho más frecuentes los que le llegaban al dicente. La cartera de clientes era muy nueva y casi ninguno había solicitado retiros. En cambio llegaban muchos llamados de otros clientes cuyos reclamos los transfería a Sebastián y al Eugenio Curatola. No sabe en qué medida tales reclamos resultaban satisfechos. En su cuenta el deponente fue realizando retiros parciales. El contrato standar reemplazó al mini-contrato en el año 2002. Los retiros que realizó fueron del orden de 42.000 dólares en total. Según la página le quedaban 70.000 dólares, que intentó retirar sin poderlo hacer hasta la fecha. En mayo de 2005 intento retirar 10.000 dólares que no se le acreditaron. La explicación que le dieron eran las mismas que el deponente le daba a los clientes. Que estaban frizadas las cuentas, que estaba intervenida la cuenta del broker por una denuncia de un socio Juan José Dours en el banco Bermuda donde estaba la cuenta del broker. Pero no le indicaron qué tipo de denuncia. Eran las explicaciones que le daban Sebastián y Eugenio Curatola. Supuso que se trataba de una pelea interna, pero no se preocupó en obtener más detalles al respecto. Que su preocupación no era muy grande en cuanto a lo que se le debía, dado que el ya había logrado retirar varias veces el capital invertido de 5.000 dólares. Esta circunstancia acontecía con la mayoría de los clientes y por eso tal vez no efectuaban muchos reclamos. Pero al pasar el tiempo y no recibir ninguna explicación satisfactoria sobre la situación, es que renuncia ala firma. De hecho, en ese momento dejó de cree en las explicaciones que le estaban dando. Formalmente se retira en agosto del 2005. Los únicos que le daban explicaciones al Deponente eran Eugenio Curatola y Sebastián Curatola, aunque era éste último quien daba las respuestas, pues generalmente Sebastían les decía, Eugenio me dijo. Aclara que el acceso a Eugenio era por medio del Messenger o por mail. Personalmente había que pedirle audiencia. El trato era en forma personal con Sebastián Cuartola. Frente a los clientes daban una prime respuesta telefónica, Andrea Ibañez (Telefonista) y Anabella Castro, quien derivaba el llamado a Andrea o al deponente u otro asesor o Sebastían Curatola incluso. Tiene entendido que el aspecto legal de la empresa se manejaba por Silvina Amestoy en las oficinas de Esmeralda, cree que en piso 2°. Ellos no tenían contacto con el departamento legal y desde allí no les efectuaron ninguna directiva sobre la atención de los reclamos. No tuvo el deponente ningún tipo de contacto con Silvina Amestoy. Por ese departamento legal pasaron María Eugenia Salcedo, otra abogada cuyo nombre no recuerda y su actual esposa, pero para esa época eran solamente compañeros de trabajo. Pregunta la Fiscalía si Conoce a Eduardo Massas. Dice que si, que era el contador de la empresa, su estudio era el que hacía los trabajos contables de la firma. En la primer época, no lo conocía. Lo conoció cuando estaban en Esmeralda, pero desconoce desde qué momento fue contratado. Cuando el deponente renuncia, cree que todavía estaba en la empresa. Con Dours nunca tuvo trato más que saludarlo. No recuerda la última vez que lo vio. No estaba en la oficinas. Igual con la Sra. Brook, alguna vez la vió acompañando a su marido. A Barrera y Samuel no recuerda haberlos vistos en las oficinas, los vio en una fiesta en el Sheraton. El deponente trabajó en el Country Abril en la última época en que estuvo en la empresa. En el country Eugenio tenía su oficina pero rara vez estaba. Ellos vivían en otro sector, otro barrio. En el Country estaban Además Fabián DEL BRIO, novio de la hija de Curatola, aunque no sabe qué hacía. Abel Iriani había quedado en Esmeralda. Sabe que había una persona que había venido del extranjero y del Forexvan a trabajar al Country, no sabe qué función tenía y no tenía trato con ella. No les dijeron para qué venía. Sebastían Curatola se las presentó, ahora recuerda que era Carolina García y les dijo que venía del Forexvan y nada más. Al country el deponente viajaba con Andrea Ibañez en auto. En algún momento también trabajó una chica Saucedo. No les explicaron el motivo por el cual tenían que ir a trabajar a Abril. Así eran todas las decisiones en la empresa, hoy se hace tal cosa y punto. Las últimas comisiones que cobró fueron de noviembre diciembre del 2004. La mudanza a Abril fue de la misma manera que en su momento se fueron de Buty a Esmeralda. Este cambio de lugar de trabajo fue otra de las cosas que determinaron en su momento su alejamiento, pues a él no le habían consultado de ninguna manera sobre su traslado y cambio de lugar de trabajo. A Clemente Curatola lo conoció, sabía que representaba a la firma en Azul y localidades aledañas. Concurría una vez por semana a las oficinas para traer los contratos que había efectuado en su zona. Paula Rubalcaba y Débora Gutierrez se encargaban de procesarlos. No le consta que dentro de Curatola Clemente tuviera otra ingerencia que la comentada. Después de renunciar y al enterarse de que estaba imputado, lo incluyeron en el patrocinio de los primeros abogados que habían contrato. El deponente estaba muy enojado pues como empleado y amigo de Sebastían se sintió muy abandonado y que lo había dejado de lado, por ello no trató de mantener ningún contacto con ellos. Sobre Juan Carlso Amestoy era el Gerente General de la empresa, en la práctica puede decir que era como un gerente administrativo, controlaba que se cumpliera con esa parte. Era lo que veía. En la práctica el deponente no recibía directivas del nombrado. El departamento de procesamiento de los contratos dependía de él. Amestoy atendía a los clientes importantes que efectuaban reclamos ante la empresa. Que finalmente quiere expresar su indignación sobre la situación en que se encuentra. Que no sabe cuales fueron los motivos de esta situación y no los supo. Pero sabe que hay mucha gente que se enriqueció con esta situación y no fue el dicente. Su único error fue ser vendedor de Curatola. Por lo menos todos los representantes. Los Jager por ejemplo, cuando se formaron otras empresas. Ellos por ejemplo cree que tenían su propia página y no funcionaban como los demás representantes directos; aunque desconoce los motivos por los cuales eso fue así. Que en cuanto a la determinación de que los representantes formaran su propia empresa, no lo sabe, pero estima que debe haber sido otra de las determinaciones que tomaba Eugenio. Como hasta la marca del resaltador y dónde se compraba. El deponente nunca tuvo el celular de Eugenio, solamente los tenían sus asistentes. Como definitiva, el deponente siente que estuvo en el lugar no indicado, en el momento inapropiado. El solamente fue un vendedor de Curatola, independientemente de cual sea el rótulo que se le ponga a su función. Que solamente hizo eso, de ninguna manera sabía qué esto sucedería ni tenía conocimiento de que algo semejante se estuviera gestando.

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